miércoles, 8 de marzo de 2017

PRACTICA 2
           Yo como usuario
  • Objetivo:
Conocer los sentimientos que nos han provocado algunas situaciones en las que hemos tenido que acudir a un profesional y cómo nos hemos sentido a la hora de pedirles ayuda, las emociones que nos han provocado y analizar si el profesional hizo una buena intervención⁠⁠⁠⁠.
  • Actividad:
Individualmente cada alumno escribirá en un papel una experiencia en la que haya tenido que pedir ayuda a un profesional. Al terminar de escribir, nos juntaremos por los grupos que tenemos de prácticas y cada uno contará su propia experiencia, y a partir de esto, explicaremos como nos sentimos y, finalmente, se elegirá una de las historias para compartirla, de manera anónima si se quiere, al resto de compañeros.
  • Comentarios de la actividad
El relato de nuestra actividad es el siguiente:
Esto sucedió cuando nuestra compañera Andrea tenía 16 años. Estaba en casa con su hermano pequeño jugando, pero a ella no le vale solo el juego porque es muy chinche, y empezó a dar guerra a Víctor. Entre que él no es muy paciente y ella es muy cansina, las bromas se convirtieron en una pelea que acabó con el dedo de la mano de Andrea roto.
Los padres no se encontraban en casa porque tenían que salir por una visita médica al hospital correspondiente de la provincia.
Su hermano pensando que había sido cosa del momento se fue a jugar el partido de fútbol que tenía programado para ese día, mientras ella seguía llorando por el dolor del dedo, el cual iba haciéndose más grande a medida que pasaba el tiempo.
Le daba vergüenza ir al médico, pero sabía que tenía que ir porque la cosa se estaba poniendo fea, y decidió llamar a una vecina con la que tiene bastante confianza, para que le acompañase, y con gusto lo hizo.
En efecto, había sido una lesión grave, el dedo estaba roto y debía de hacerse una radiografía para ver cómo se encontraba el hueso. Ella vive en un pueblo pequeño por lo que no hay aparatos para realizarla, y tenía que desplazarse a otro sitio para ello, justo donde se encontraban sus padres.
Al llamarles los pobres se preocuparon y querían ir a recogerla para llevarla, y la vecina con gusto se ofreció para llevarla porque no era un impedimento. Ella lo estaba pasando fatal porque no quería involucrarla más de la cuenta en el tema ya que pensaba que era una molestia, pero al final acudieron juntas al médico y se encontraron con los padres.

Por una parte, la compañera se sintió tranquila por no estar sola en ese momento de “minicrisis” porque no sabía a quién acudir, pero no le gusta molestar a nadie para cosas como esas, y la vergüenza no la perdió en todo el día hasta que llegó a su casa.

Otros de los compañeros han comentado que en su situación no hubiesen pedido ayuda y hubiesen ido al médico solos, pero claro está que hay diferentes opiniones y reacciones para todo.
Y al oír todas las historias de los demás que se han ofrecido a contarlas, hemos estado de acuerdo en que a veces es más importante que la persona que se ofrece a ayudarte te escuche y se pare a entender la situación por la que está pasando, que el propio hecho de ayuda.

                                                                                                           Un saludo habilidoso 👍 

1 comentario:

  1. La práctica está muy bien, esa era la idea! Pero lamento que hayáis puesto los nombres originales en el blog. Soy reiterativo en insistir lo relativo a proteger el anonimato y la confidencialidad vuestra y de vuestras personas cercanas.

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